Mi caos ordenado

DE BODAS, PELOS, MEDICINAS, DULCES Y CALZONES
¿No es de eso de lo que en verdad se trata la vida? A veces pienso que se reduce simplemente a esos conceptos y lo demás es ir dando vueltas sobre lo mismo.
Antes de ayer estuve en el Wall-Mart, pues es el único lugar donde consigo mis chochos antidespedorre mental. Sin embargo, esa tienda ha facilitado que despierten en mi dos apetitos VORACES: los libros y los dulces, mejor conocidos en este bajo mundo como "chuchulucos".
Ahí estaba la primera mujer comprando libros, chochos y chuchulucos, cuando cayó en la cuenta de que la despiadada madre naturaleza la obligaba a volver a la cueva paterna sin nada más que lo puesto, debido al infernal calor que impera por acámbaro. Así pues, también tuve que adquirir calzones pues, cosa rara, me hacían falta para no andar "comando" por la oficina (a ráiz pues).
Luego de haber explicado lo de las medicinas, los dulces y los calzones, pasaré a aclarar lo de las bodas y los pelos que, más allá de las mentes sucias y cochambrosas, en este caso no tiene que ver explícitamente con el acto sexual, ni con los mencionados calzones (los míos).
La cosa es que luego de muchos, muchísimos meses de no tener noticia alguna de mi muy apreciado amigo y soltero irredento (mjú) "El Pelos", hoy me lo encuentro en el msn para enterarme que se casa mañana ¡¡¡MAÑANA!!! ¡¡¡POR FIN!!! El cinicazo, el enemigo del amor sincero, el descreído, el entrañable amarguis contracupido al fin se casa.
Antes de ayer estuve en el Wall-Mart, pues es el único lugar donde consigo mis chochos antidespedorre mental. Sin embargo, esa tienda ha facilitado que despierten en mi dos apetitos VORACES: los libros y los dulces, mejor conocidos en este bajo mundo como "chuchulucos".
Ahí estaba la primera mujer comprando libros, chochos y chuchulucos, cuando cayó en la cuenta de que la despiadada madre naturaleza la obligaba a volver a la cueva paterna sin nada más que lo puesto, debido al infernal calor que impera por acámbaro. Así pues, también tuve que adquirir calzones pues, cosa rara, me hacían falta para no andar "comando" por la oficina (a ráiz pues).
Luego de haber explicado lo de las medicinas, los dulces y los calzones, pasaré a aclarar lo de las bodas y los pelos que, más allá de las mentes sucias y cochambrosas, en este caso no tiene que ver explícitamente con el acto sexual, ni con los mencionados calzones (los míos).
La cosa es que luego de muchos, muchísimos meses de no tener noticia alguna de mi muy apreciado amigo y soltero irredento (mjú) "El Pelos", hoy me lo encuentro en el msn para enterarme que se casa mañana ¡¡¡MAÑANA!!! ¡¡¡POR FIN!!! El cinicazo, el enemigo del amor sincero, el descreído, el entrañable amarguis contracupido al fin se casa.
No es que el matrimonio sea la redención de todos los pecados, el exorcismo de todos los demonios o la medicina a todos los dolores. Pero en este caso me parece que es la respuesta a muchas mudas plegarias que mi cuate nunca quiso reconocer y que, no por ello dejaba de practicar.
Me inunda el gusto de saber que, luego de una devastadora decepción amorosa que intentaba minimizar pero que lo despedorró por dentro, logró dejar atrás el pasado para reconstruir su presente.
Estoy feliz realmente por él y me hace comprender finalmente que la amistad entre hombres y mujeres puede existir sin involucrar el sexo en ello. Truculencias aparte, de verdad hay aprecio.
Y ya, así como escondidito también, Lilith está feliz. Enamorada por donde la vean y gritando feliz a los cuatro vientos. Finalmente encontró lo que buscaba. En el lugar menos pensado, en el momento menos esperado.
Barcelona siempre ha sido un amor platónico para mí y es precisamente ahí donde está el amor verdadero. Nuevamente la vida nos pone a un océano de distancia y sin embargo, la posibilidad de que ese hombre siga a la primera mujer hasta su guarida es cada vez mayor.
Soy feliz, sin límites, amo sin límites y me corresponden sin límites como dicen los padrecitos cuando ofician algún matrimonio. No me falta nada y soy feliz.
Además me he animado finalmente a reabrir esta puerta; a dejar de nuevo fluir las letras y dejar atrás mi egoísta felicidad para volver a gritarla a quien quiera y se deje.
SOY FELIZ.
Me inunda el gusto de saber que, luego de una devastadora decepción amorosa que intentaba minimizar pero que lo despedorró por dentro, logró dejar atrás el pasado para reconstruir su presente.
Estoy feliz realmente por él y me hace comprender finalmente que la amistad entre hombres y mujeres puede existir sin involucrar el sexo en ello. Truculencias aparte, de verdad hay aprecio.
Y ya, así como escondidito también, Lilith está feliz. Enamorada por donde la vean y gritando feliz a los cuatro vientos. Finalmente encontró lo que buscaba. En el lugar menos pensado, en el momento menos esperado.
Barcelona siempre ha sido un amor platónico para mí y es precisamente ahí donde está el amor verdadero. Nuevamente la vida nos pone a un océano de distancia y sin embargo, la posibilidad de que ese hombre siga a la primera mujer hasta su guarida es cada vez mayor.
Soy feliz, sin límites, amo sin límites y me corresponden sin límites como dicen los padrecitos cuando ofician algún matrimonio. No me falta nada y soy feliz.
Además me he animado finalmente a reabrir esta puerta; a dejar de nuevo fluir las letras y dejar atrás mi egoísta felicidad para volver a gritarla a quien quiera y se deje.
SOY FELIZ.
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1 Señales de humo:
¡Peeelos, qué delicioso regreso. Y con advertencia de contenido peligroso, sooobres!
Aaaaah, cómo se le extrañaba por aquí. Y con toda esa horda de palabras que la describen absolutamente feliz.
¿Cómo, en Barcelona? chingao, tú y la Sub están totalmente loquitas. Sólo el hecho de que estén perdidamente enamoradas lo justifica todo.
Al final, conoces parejas que estando abrazados, están tan distantes. Bueh.
Un superabrazo y un beso enorme.
Y dile a tu cuate el pelos que ya se chingó.
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