Sí, habiendo regresado a mi antiguo yo, no puedo dejar de protestar; es parte de mi naturaleza. El motivo de mi asco es el ACOSO, sí señores: ACOSO, del que soy objeto, como muchos mexicanos, por parte de la publicidad electoral (antes electorera) y partidista, amén de la "institucional" (me permito una discreta carcajada) por parte del IFE. Me siento indefensa, agredida y mangoneada ¿Qué no hay un plazo cumplido? ¿no hay descanso para el ciudadano común? ¿no cumplimos ya con nuestra obligación aunque haya sido nuevamente amañada?

Por favor léanme bien: ESTOY HASTA LA VERDADERA MADRE DE LOS SPOTS DEL IFE Y DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN TODOS Y CADA UNO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE ESTE PAÍS.

Ese bombardeo debe cesar, es un agresión a mis libertades constitucionales. ¿O es que acaso debo abstenerme de ver, escuchar y leer para librarme de ustedes? Cada vez más me doy cuenta de que el Gobierno es cada Institución; que por más que el IFE cacaree una supuesta autonomía, esta no existe; Que el cinismo y la desvergüenza están de moda y nadie parece poder combatirla, ya no digamos erradicarla.

Estoy asqueada sí, y me vomito en todos ellos. Como dijo el ilustre Tin-Tán en "La Marca del Zorrillo" (sí, zorrillo) en su papel del Vizconde de Texmelucan: "El único consuelo que me queda, es que si reviento los salpico".

HE DICHO.