Empezaré con toda la sinceridad de la que soy capaz para decir, que si he estado tanto tiempo ausente de este espacio, no ha sido por falta de oportunidad o cosas qué decir. Si he faltado es porque, por diversos miedos, me he sometido a la más cruel de las autocensuras. Esa paranoia del "no vaya a enterarse un maldito de qué trabajo tengo, qué película me gusta o a qué hora voy al baño" (tono irónico y exagerado, para los que son literales) me mantuvo amordazada.

No sé de cierto qué es lo que me hizo quitarme esa mordaza hoy. Tal vez es la felicidad que estoy viviendo; Tal vez ver que, en realidad no depende de mí alimentar al mal para que actúe; Tal vez porque me siento muy apesadumbrada guardándome tantas cosas que quiero decir. Hoy he decidido tenerme más respeto y nevamente ser de palabra libre ¡sin miedos! Claro, con prudencia (ya sé que mi brother estará negando con la cabeza y pensando "¡¡Ahhh insensata!!!). La vida es demasiado corta para andar pichicateándola y eso he hecho. Me arrepiento y me avergüenzo; me disculpo conmigo.

Así pues, este nuevo exorcismo dará pie, si me lo permito, a nuevas historias y experiencias qué contar ¡¡Me siento libre de nuevo!!